Mía es la plata, y mío es el oro, dice el Señor de los ejércitos.
Hageo 2:8 RV1960
24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, Porque el Señor sostiene su mano.
25 Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado, Ni su descendencia que mendigue pan.
26 En todo tiempo tiene misericordia, y presta; Y su descendencia es para bendición.
Salmos 37:24-26 RV1960
Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Filipenses 4:19 RV1960